Los catálogos impresos siguen siendo todavía un recurso necesario para mostrar los productos y servicios que cualquier negocio oferte y para captar nuevos clientes. A pesar de los grandes avances logrados en cuestiones de tecnología, parece que los clientes siguen disfrutando de sentarse y hojear un catálogo de buena calidad, para poder sopesar con tranquilidad las diferentes opciones disponibles que le sean ofrecidas. Diferentes estudios demuestran que cuando navegamos por Internet nuestro cerebro adopta de forma inconsciente una actitud de exploración activa a diferencia de la actitud receptiva que adoptamos cuando leemos un libro o en papel No cabe duda de que los catálogos impresos siguen desempeñando un papel vital en el sector minorista, y lo van a hacer aún durante un largo periodo de tiempo. Su facilidad de uso y accesibilidad, ofrecen la posibilidad al lector de mostrar todos los productos disponibles de un vistazo. Un catálogo es en sí una ventana al almacén de cualquier negocio, la oportunidad ideal para impresionar a sus clientes en sus propios hogares.